Cada año al llegar Noviembre, me planteo seriamente la representación de Navidad, mucho trabajo, y dedicación. Pero se me pasa enseguida cuando veo que los niños se esfuerzan mucho, incluso los más pequeños quieren utilizar el micrófono y decir sus primeras palabras, y eso de verdad es muy gratificante.
El valor del teatro en los niños es fácilmente constatable.
Desinhibir a los alumnos más tímidos favoreciendo la expansión de sus posibilidades. La motivación, la participación de los familiares. La creación de un nuevo ámbito de convivencia, donde se mezcla lo difícil con lo gratificante.
El esfuerzo , la cohesión del grupo en el desarrollo de una disciplina interna en forma de paciencia, y de compartir éxito y fracaso, pero sobre todo que se logra divertir a los niños.
Esta semana nos lo hemos pasado muy bien con las pruebas de micro.