Esta semana la hemos dedicado a los libros y los cuentos.

También hemos hecho un trabajito, un marcador de páginas.

 23 de Abril, día del libro, os resumiré un poco porque se celebra este día.

El origen del día del libro se remonta a 1926. El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo.

Como curiosidad, desde 1967 el 2 de Abril se celebra el día internacional del libro infantil, ese mismo día de 1985 nació Hans Christian Andersen, quien no recuerda el patito feo, la sirenita... 

Y ya que hablamos de los cuentos os voy a recomendar a Beatriz Millán, y sus cuentos de "Erase dos veces"  Lleva a cabo un proyecto de revisión de clásicos de la literatura infantil, elimina toda la violencia y sexismo, tan abundante en los cuentos clásicos.

Para saber más de este proyecto tan interesante: pincha aquí http://www.beatrizmillan.com/cuentos-erase-dos-veces/

Esta semana hemos comenzado de nuevo con el trabajo, y las rutinas con los más peques.

La etapa de los dos a los tres años es una fase de búsqueda de la autonomía. La psicomotricidad de los niños da un salto de gigante y su socialización también: necesitan el contacto con otros niños.

En general, un niño de dos años:

• Anda y corre sin ayuda.
• Es capaz de atender a otros estímulos mientras camina.
• Abre puertas.
• Arrastra juguetes mientras anda, y puede sujetar varios juguetes mientras está en marcha.
• Sabe trepar a los muebles.
• Disfruta imitando a los adultos.
• Come solo, aunque se ensucie un poco.
• Da la vuelta a un recipiente para sacar lo que hay dentro.
• Puede saltar: a la pata coja, con los pies juntos, dando pasos cortos y largos…
• Pasa las páginas de un libro.
• Pinta garabatos y líneas con una tiza o una cera.
• Hace torres de varios cubos y los junta en línea si le explicamos cómo hacerlo.
• Aprende mediante ensayo-error o tanteo aleatorio.
• Utiliza su propio nombre y los pronombres 'yo' y 'mío'.
• Responde a órdenes sencillas y puede mantener una conversación sobre lo que sucede a su alrededor.
• Es capaz de mantener la atención unos minutos.
• Juega solo o con otros niños.
• Es una etapa de autoafirmación: 'yo' y 'mío.

Fuente: Ser padres