martes, 12 de noviembre de 2013


Hoy en nuestra página de consejos:

Evitar rabietas








Un bonito cuento de otoño:

Hace mucho mucho tiempo, un bonito día de otoño, un pobre pajarito se había roto su alita al intentar volar para marcharse a otro sitio más cálido antes de que llegase el frío invierno.

- Se me ha roto la alita y no podré volar- Pensó el pobre pajarito mientras veía que sus hermanos alzaban el vuelo.
Miró a su alrededor y vió un cercano bosque.

-Allí encontraré cobijo para pasar el invierno. - Dijo, mientras daba saltitos para acercarse a los frondosos árboles.

Pronto encontró un gran álamo.
- Señor álamo,¿ podría pasar aquí el invierno? se me ha roto la alita y no puedo volar.
El álamo  lo miró con desdén, y dijo:
- Ni hablar, no voy a dejar que un pájaro ensucie mis preciosas hojas plateadas y mi blanco tronco.
El pajarito se marchó muy triste hacia otro árbol cercano, un precioso roble.
- Señor roble, ¿me daría cobijo para pasar el invierno?, sus ramas son tan fuertes y es tan hermoso.
- Ni pensarlo quiero pequeñajo, largo de aquí  y déjame tranquilo, que tus "pio pio" no me dejarán descansar  - Gritó el roble.
El pajarito dió un brinco y fué a parar al lado de un hermoso sauce.

-Señor sauce, veo que tiene unas largas ramas verdes y delicadas ¿podría darme cobijo? le prometo que no le molestaré, ni le ensuciaré.- Dijo el pajarito al borde de las lágrimas.

-Buf, Buf, - Bramó el sauce- Yo no hablo con desconocidos.
El pobre pajarito tan triste estaba que empezó a llorar.
Un abeto que se encontraba cerca, le preguntó:
-¿Qué te pasa pajarito que estás tan triste?
- Nadie quiere darme cobijo para pasar el invierno. Tengo la alita rota y no puedo volar, snif, snif.- Dijo el pequeño.
-Yo te daré cobijo aunque mis ramas no sean muy fuertes, y además tendré compañía para las largas noches que se avecinan.
- Yo te taparé el viento- Dijo un pino cercano.
-Yo te daré mis bayas para que no pases hambre. - Se unió el enebro.
El pajarito super feliz estaba con sus nuevos amigos.  Se hizo un nido en las ramas del abeto con hojitas de pino .

 La reina de los vientos que vió todo lo sucedido mandó llamar al frío viento del norte, y le ordenó:

-Viento del norte, sopla con todas tus fuerzas y desnuda a todos los árboles, a todos menos a los que le han dado cobijo al pajarito.
Y así fué desde entonces hasta ahora.